Esta obra está compuesta por una serie de ensayos, organizados en cinco capítulos, que estudian con una perspectiva principalmente histórica, uno de los problemas más preocupantes de México: la desigualdad. En las primeras secciones se define el objeto del libro, como un problema fundado esencialmente en lo político. Se hace una suma de las acciones de los gobiernos de aquel periodo que condicionaron la acentuación de la crisis, así como el surgimiento de nuevos conflictos (trabajo informal, migración, crimen organizado). Las últimas dos secciones ofrecen alternativas de solución al problema.