Luego de perfilar la trayectoria de Alejandro Rodríguez Urzúa y Javier “Maco” Gutiérrez, este tercer y último tomo de nuestra serie lo dedicamos a Osvaldo Cáceres González (1926-2022), profesional contemporáneo a ellos, compañero de proyectos y de caminos, integrante de una generación de arquitectos conscientes de su época, quienes fueron más allá de lo establecido, expresando sus inquietudes, inconformismos y críticas, llevando carreras multidimensionales y dejando legados que trascienden.
Osvaldo, el único entre los tres cuya vida no fue apagada por las últimas dictaduras, permaneció vigente y activo por más de siete décadas, sorteando los sucesivos cambios políticos, sociales y culturales experimentados en Chile durante la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI. Su longevidad e incansable capacidad de trabajo hacen que su obra sea inabarcable en un solo volumen. Por eso, a diferencia de nuestros trabajos anteriores, monografías exhaustivas de la vida y obra de sus protagonistas, en las siguientes páginas sólo aspiramos a esbozar un relato sobre la forma en que él se planteó frente a su época, en cada etapa de su carrera, viendo la arquitectura como expresión cultural que atraviesa y conecta varias capas de conocimiento, bajo el hilo conductor de la valoración de la dignidad humana.
Hoy en día, cuando la amenaza de autodestrucción ya no es por las guerras atómicas, sino por la desmesura de un sistema opuesto a la sostenibilidad de la vida en la tierra, la posición que el arquitecto toma frente a su época nos interpela directamente.
