Este libro recaba lo que históricamente se ha dicho acerca de la geografía que uno habita, por medio de las voces y la estela de impresiones narrativas que fueron dejando a su paso las mujeres que, desde otras latitudes, decidieron embarcarse en un tour du monde durante un periodo de casi un siglo de navegación: de 1822 a 1915. Es a partir de estos relatos de viaje que se construye este texto, el que funciona como un solo abanico de diferentes pliegues y distintos coloridos al seleccionar aquellos pasajes referidos a sus pasos por Chile, presentados por orden cronológico, según la fecha de sus itinerarios. A lo largo de estas páginas, las protagonistas nos conducen y muestran aquellos espacios comunes para nuestros oídos —el arribo a los puertos de Arica, Valparaíso, Talcahuano, Lota y Punta Arenas, o su llegada a Santiago, o un simple deambular por calles, plazas, cementerios y mercados; el traslado a los pueblos del interior entre ramales, el cruce de valles, jornadas extenuantes a caballo, sorteando cordilleras y pampas—, para luego retornar al agua y, tras deslumbrarse con los intrincados fiordos de Patagonia, regresar a sus patrias. Este libro, en resumen, es un tejido que enhebra, en el registro de pluma de cada cual, viajes de distintas épocas y personalidades que, en el envés, denota tanto lo que se esperaba de ellas como lo que ellas querían proyectar de sí mismas a través de este sutil ejercicio de leer las maneras de ser en el mundo del «otro». Son voces intrépidas, refinadas, contestarias y valientes que, gracias a sus diarios, relatos e impresiones, nos permiten acompañarlas y, desde esa mirada extranjera, adentrarnos en esa condición de ser chilena o chileno en aquella época del forjamiento simbólico de aquello que llamamos nación.