El hecho de habitar y con ello la condición de habitante no parece ser una característica más, sino una nota radical de la condición humana. Así fue declarado con fuerza y lucidez por Martin Heidegger en su célebre conferencia Construir, habitar, pensar, con la que se planteó frente a la reconstrucción urbana de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Habitar estaba, para él, íntimamente ligado a la actividad de construir: casas y ciudades, calles y puentes. Así, esa actividad constructora se constituye en una nota fundamental del ser humano.
Es precisamente esa íntima conexión del habitante y la ciudad, la vida y la construcción, la que aborda La casa y la ciudad. Diálogos entre el habitante y el arquitecto, de autoría de José Gabriel Alemparte y Marco Antonio de la Parra. Se trata de una obra a dos voces entre un arquitecto y un dramaturgo y psicoanalista. Un diálogo en que cada uno de los participantes pone en juego su formación, su sensibilidad, su biografía y sus medios de expresión.