El escenario imperante de un imaginario de la innovación ha fomentado la idea de que el desarrollo consiste en la producción infinita de novedades. Este discurso es en sí una retórica de la modernidad, que da por sentado la existencia de una relación asimétrica donde la invención es un proceso que emerge en el norte global y solo puede ser importado y consumido en espacios lejanos.
Este tomo busca ofrecer una interpretación diferente desde nuevos giros y una reorganización de la narrativa local de la innovación, usualmente orientada a su negación, a la inevitable catástrofe (profecía autocumplida del fatalismo latinoamericano) o a la inscripción de los acontecimientos en una periferia ineludible que le somete a la irrelevancia.
A partir de lo anterior, los capítulos de este tomo recorren la vida social de objetos y sistemas desde el tiempo colonial a la era republicana, analizando diversos procesos de innovación técnica ocurridos en Chile. Sus campos de investigación también resultan atractivos en tanto incluyen el correo, el uso del caballo, industria del salitre, ferrocarriles, alcantarillado, la morgue, terremotos, astronomía, artefactos domésticos y vacunas.
En todos los capítulos se cuenta con un trabajo de fuentes que permite justificar un giro discursivo a la innovación, demostrando que en distintos ámbitos hubo alguna inventiva o modos de adaptación, que pone en valor experiencias de una historia de la tecnología y la ciencia en Chile.