El lejano sur que conforman la Patagonia y Tierra del Fuego es el equivalente en Chile del afamado far west norteamericano. El amplio territorio de nacimiento de la autora es un final de América colmado de aventuras y mitos, donde la dramática realidad que vivían sus antiguos pueblos canoeros y terrestres era desconocida para la mayoría de sus habitantes del país. Mientras que en Santiago o Punta Arenas engalanaban las mansiones con lujosos mobiliarios franceses y las jóvenes ya se asomaban por las universidades, en las riberas fueguinas del canal Beagle los niños caminaban descalzos sobre la nieve, sus padres sobrevivían a los temporales y las mujeres eran raptadas desde sus botes o las convertían en viudas. De ello y mucho más se habla en este libro.
Desde los fines de los años 70, Patricia Stambuk estableció una relación de estrecha amistad con mujeres yaganas que le confidenciaron sus historias y la de su pueblo durante el siglo XX. Recurrió a las voces de las protagonistas, Úrsula y Cristina Calderón, para relatar esa vida intensa y única en el extremo del mundo, impregnada de emoción, de tragedia, de pequeñeces y grandezas. La partida de Cristina (2022), última hablante en propiedad de su idioma, marcó un hito en la historia de una población austral que ha legado a la humanidad una sorprendente visión de mundo.