El novelista Gonzalo Garay realiza un viaje introspectivo para narrar, desde una perspectiva autobiográfica, trazos de la vida de su abuelo griego y de dos familiares que optaron por una vida alejada de sus raíces; sus conquistas y dolores, sus añoranzas, el dolor que los condujo tempranamente a la muerte.
A modo de crónica de viaje, ensayo y memorias, esa obra inclasificable navega por los intersticios del amor y la soledad, por la sustancia íntima del mundo griego y su influencia en la vida del autor, y nos regala reflexiones profundas y esenciales acerca de la identidad, del sentido y dirección de la vida, de la herencia como acto místico de conexión con el pasado.