El cautiverio fue un problema que impactó transversalmente a la sociedad colonial de la frontera chilena, sobre todo aquella asentada cerca de las principales zonas del conflicto hispano-indígena. Hombres y mujeres de todas clases sociales, grupos étnicos y etarios, religiosos y militares, experimentaron la azarosa situación propia de la existencia fronteriza. Este libro sitúa el cautiverio como una práctica social al interior los distintos mecanismos de violencia y convivencia en el territorio entre españoles e indígenas, y a su vez, analiza los repertorios discursivos, seculares y eclesiásticos que sirvieron, funcionalmente, a la defensa de intereses políticos y económicos en disputa por el dominio territorial. Se ha orientado el concepto de cautivo, habitualmente considerado como un individuo "español" prisionero en territorio indígena, para extenderlo a una categoría menos reduccionista que además incluya a prisioneros mapuches. Veremos al cautivo indígena como contrapunto para entender las distintas aristas que configuraron la experiencia del cautiverio hispano. Y entenderemos al cautiverio como una experiencia que cruza a ambos sectores de la población fronteriza