Publicados en la prensa a lo largo de quince años, los textos que componen este volumen tuvieron en su origen una premisa forzada: hablar de libros, de escritores, de experiencias de lectura. Ese carácter aparentemente específico, para un autor como Roberto Merino, no podía sino dispararse en variadas e inesperadas direcciones, porque en algún punto la literatura se derrama sobre la vida privada, las costumbres, la memoria personal y colectiva, el pensamiento crítico.