El viejo y sagrado pacto que une a los humanos y los perros ha sido material para numerosos proyectos literarios. Y si bien hay una amplia diversidad de formas para enfrentar dicha relación, la que elige Cristian Geisse es sorprendente: “El Catechi soy yo. Yo soy el Catechi”, dice en la primera frase de esta novela, porque Catechi es el nombre de este libro, pero también el de un animal y su amo, además de un poderoso conjuro animista en el que ambos se hallan fundidos en una misma esencia. Este es el relato sobre los mil rostros de una amistad: un camino que atraviesa la historia literaria y la seca piel de un pueblo fantasmagórico gracias a la ternura, esa característica templada por millares de años de evolución en los canes. La fidelidad, la picardía y el amor sin límites que nos prodigan estos compañeros de ruta son también parte de esta emotiva historia. Catechi, la segunda novela de Cristian Geisse, no viene más que a confirmar el evidente talento del autor a través del estremecedor conjunto de escenas que configuran una vida: la que comparten el perro y su humano