Los cuentos de Paz Soldán pueden leerse como un solo relato, una biografía privada que detalla cómo su autor lee lo literario como oficio, probando formatos hasta manejarlos a la perfección, mientras lentamente abandona los moldes clásicos y traza una confesión oblicua y de cómo se zafa de ella para volverse aún más excéntrico o extraño de lo que es.