Mediados del siglo XX. En el norte de Chile, un niño aprende a nadar en las aguas del río Loa junto a sus amigos y al poco tiempo se convierte en buzo pescador en una pequeña caleta aledaña, donde comparte faenas y convive con una pequeña comunidad de boteros. Martínez, el muchacho, posee un talento y una resistencia respiratoria inusuales que lo llevan a sobresalir en las competencias de caza submarina y a lucirse en un mundial de la disciplina que se organiza en el país. Todo esto mientras, a lo lejos, se dejan sentir las agitaciones políticas y sociales que traerían las décadas del 60 y 70. Tras haber desarrollado una exitosa carrera y haber incluso escapado a la muerte en un torneo europeo, un acontecimiento espeluznante marcará el resto de sus días, que concluirán en una especie de desértica temporada en el infierno. Una deriva vital inesperada que lo alejará del mar para internarlo en un pueblo fantasmal y en una existencia desquiciada.