Andrea Staid sugiere que frente a la crisis climática el aporte de la antropología puede ser mostrarnos otras maneras de mirar y de entender la relación entre los seres humanos y el medioambiente. En este libro recupera la visión de quienes han concebido la naturaleza no solo como un lugar, sino como un organismo vivo del que –como especie humana– formamos parte. Estas miradas, en contraste con la perspectiva antropocéntrica y en sintonía con la de diversos pueblos indígenas y algunos “desertores del crecimiento”, iluminan las posibilidades de un futuro sostenible.