«Catherina Campillay nos habla en este libro de la ausencia y la búsqueda. Una trama de voces intenta reconstruir la presencia de un ser, o lo que queda de un ser: un cuerpo y sus señas, un rostro. Pero hay pistas falsas, intuiciones que llevan a caminos equivocados. Alguien la vio, nadie la vio. Puede aparecer. El poema no remite a una persona o a un caso especial de “extravío”, habla de desaparición y cómo se consigna en los medios, su lenguaje no refleja la emoción ante la pérdida que pudo ser desencadenante de esta escritura; sin embargo, la delicadeza, la “virtud” del entramado que construye este excelente poema refleja la atención y detención, la inquietud por un hecho constante: la desaparición de mujeres, jóvenes. No hay desenlace, los casos se cierran, la búsqueda se transforma en recuerdo. La desaparición sigue presente en nuestra memoria». Soledad Fariña