En este libro el autor rinde tributo al trabajo de más de veinte artistas de diferentes tiempos y lugares. Creadores cuyas obras no han perdido vigencia ni interés, que siguen una constante fuente de inspiración. Con la convicción de que una de las formas más intensas de ver un cuadro es volver a pintarlo, este libro transmite entusiasmo, admiración y deseo de pintar.