A pesar de su lugar pionero en la historia del cine, Alice Guy es escasamente recordada en los círculos especializados y prácticamente desconocida entre el público general. A principios de 1896, realizó una de las primeras cintas de ficción en la historia del cine, y fue posiblemente la única mujer cineasta hasta 1906. También dirigió la primera película interpretada únicamente por afroamericanos en 1912 e intervino en más de 700 películas que conforman una trayectoria de 26 años en Francia y Estados Unidos. Su autobiografía, inédita en nuestro idioma, comienza a circular por primera vez en español, en el marco de esta colección, dedicada al rescate y traducción de las obras de escritoras, artistas y creadoras revolucionarias y adelantadas a su época.