Guido Eytel, siempre distante de la literatura de autoayuda, el coaching personal y las frases trascendentales, en su perfil de Facebook –esa suerte de bitácora pública en la cual está media humanidad resumida–, continuamente escribía frases «anti-ayuda», donde atacaba con su inconfundible humor la «ideología del éxito» y también otra que podríamos denominar «la ideología del fracaso para el éxito», ese racionalizador de las miserias vitales, que busca hacer de ellas un insumo más del catálogo de clichés del emprendimiento. Algo de eso, de esa chispa, está en este libro.