Algunas mamás son capaces de encontrar cualquier cosa: pelotas que se tragó la tierra, cuadernos que desaparecen como por arte de magia, juguetes que no están ni en el florero, ni en la ducha ni en ninguna parte. La mamá de Enrique, por ejemplo, puede encontrar todo lo que a él se le pierde? ¿será que es una mamá adivina? Una historia divertida y cercana, ideal para ser contada en voz alta o para dar los primeros pasos en la lectura autónoma.