Escasamente traducida al castellano, la vasta poesía de Carl Sandburg se nutrió de sus singulares experiencias y múltiples oficios -veterano de la guerra contra España. maquinista teatral, peón de albañil, lechero ambulante, "periodista vagabundo", cantautor, entre muchos otros– para construir una obra profundamente unida a la clase trabajadora estadounidense. Distante del genio romántico, su camino fue el de una voluntad comunicativa vigorosa, oral, familiar y empática con todas las energías humanas y naturales transformadoras, imaginando un mundo posible, pero también mostrando toda su tragedia. Esta iluminadora muestra antológica, traducida por el poeta y editor Juan Manuel Silva Barandica, reúne la primera parte de la obra de Sandburg y captura con nitidez el espíritu de su poética, en las antípodas de la quietud, el descanso, o la pasividad. Un ánimo que busca invadirlo y conocerlo todo a través de múltiples voces, tiempos culturas y creencias y que llevaron al poeta a la cima de la literatura norteamericana del siglo XX.