Durante el Renacimiento, se lleva a cabo un enfrentamiento velado entre Florencia, representada por los Médici, y Roma, a cargo del Papa, en la forma de un asedio al fuerte de Castelmonte. En las calles de la ciudad toscana, habita un joven artista, inquieto y curioso, llamado Leonardo da Vinci, quien, con su capacidad para encontrar secretos hasta en los detalles más insignificantes y sus desafiantes ideas que trasgreden lo que la Iglesia reconoce como absoluto, se verá envuelto en intrigas políticas, conspiraciones e inventos incomprendidos que cambiarán el curso de esta lucha e, incluso, de la historia.