El aprendizaje del lenguaje escrito es la piedra angular del sistema escolar. Implica asimilar una nueva manera de pensar e incorporarse a una cultura letrada. Este conocimiento permite interactuar mediante la palabra escrita y los signos ortográficos que se trasmiten a través de las generaciones, posibilitando el desarrollo de la cultura. Se inicia con el desarrollo psicolingüístico en el hogar cuando los niños empiezan a escuchar el lenguaje familiar, a reconocer los fonemas y tratar de repetirlos. Luego, en las escuelas, viene el arduo proceso de aprender, reconocer y recordar los fonemas y asociarlos con los signos ortográficos que configuran el lenguaje escrito. Con este proceso se inicia una metacognición verbal del idioma y de los contenidos de la escritura, configurando redes semánticas. Las distintas fases relacionadas con este aprendizaje requieren de una alta complejidad neuropsicológica que no resulta fácil para todos los niños. Algunos presentan severas dificultades para asociar los signos ortográficos con los fonemas que componen las palabras y luego integrarlos en normas semánticas y sintácticas. Entre ellos se encuentran los niños “disléxicos” cuyas dificultades para aprender el lenguaje escrito están relacionadas con su desarrollo verbal y neuropsicológico. Lenguaje escrito y dislexias describe las dificultades lectoras de los niños disléxicos, sus posibles causas, estrategias de tratamiento psicopedagógico y las investigaciones internacionales más relevantes y recientes en relación al tema. El libro contiene una sección especial dedicada a describir investigaciones de su autor y colaboradores efectuadas en escolares chilenos. En esta sexta edición se han puesto al día las investigaciones internacionales sobre las dislexias integrando los nuevos aportes de las neurociencias.
