Las obras y las sobras es una fina alegoría que reflexiona en torno a las miserias y esplendores del arte de escribir y las dimensiones de la literatura. La novela que compone acá Marcelo Lillo usa como escenario la ciudad de Valdivia, en el sur de Chile, donde el río y la lluvia propician las dos historias que construyen esta ficción y a sus protagonistas: el laureado poeta Sidney Salinas y el profesor y aspirante a escritor Alejandro. Rápidamente el lector se entera de que no es solo el espacio el que los hermana, sino la decisión, casi como un guiño a «Wakefield» de Nathaniel Hawthorne, de dejar sus casas sin decir nada, uno para anunciar su muerte y otro para crear una novela.