Tras uno de esos desengaños amorosos que te ponen la vida patas arriba, Eva se ha propuesto disfrutar del presente más que nunca. Parece un plan ideal para una chica de treinta y dos años, libre de compromisos, con ganas de comerse el mundo y a quien le encanta ese sexo. El único problema es que tener sexo del bueno, a veces resulta demasiado difícil. Lo mismo le pasa a Mario, un compañero de trabajo con el que se desahoga y por el que empieza a sentirse atraída. Este le ha confesado que con su mujer, Marina, solo hacen el amor a oscuras y sin ninguna pasión, aunque él no deja de fantasear con un sexo más ardiente. Lo que nunca se podría imaginar Mario es que Marina, en realidad, lleva una vida paralela mucho más liberal y fogosa. Algo que Eva quizás descubra antes que él.