Angela Neira-Muñoz nos anuncia/recuerda que la lengua propia, la lengua de todas, la lengua común, la lengua viva nunca la perdimos, solo estaba escondida. Y nos lo muestra con su poesía atravesando la espiral del tiempo femenino y milenario:
lengua materna
lengua madre
la de antes
siempre antes.
Y así decir
madre
nunca más.
En La ortopedia de la lengua, la autora asiste al final del patriarcado y de su lenguaje:
?que quién los tomará en serio
en serio
yo no
ya no.
Porque ha recuperado la lengua materna, y en el trayecto ha debido sacudirse de la ortopedia que el lenguaje patriarcal nos implanta para empequeñecer nuestra boca. La lengua materna une las palabras al cuerpo y el cuerpo a las palabras. El lenguaje patriarcal nos escinde, y falsifica nuestras verdades. Angela lo dice de una manera espléndida:
más allá
lenguaje
heredado impuesto
agónico
lengua más acá
lengua expresada lengua común
lengua toda
recuperada
lengua viva.
Las mujeres queremos nuestra lengua viva y no el lenguaje muerto, sin voz, sin sustancia. Queremos nuestra propia voz, una voz en singular. Por eso, este poemario de Angela es político, en el sentido genuino de la política, la política primera, la política de las mujeres, la política relacional.