El neoliberalismo se adapta y adopta diversas formas según las circunstancias. Desde sus inicios, ha mantenido estrechamente el proyecto neoliberal con la estrategia necesaria para llevarla a cabo, la que se inscribe en una lógica implacable que utiliza todos los medios que le sean necesarios para debilitar, neutralizar y si es necesario aplastar a sus enemigos.
Este libro aborda el neoliberalismo en el terreno que le ha sido propio desde sus orígenes: la opción de la guerra civil como medio para hacer realidad la visión de una sociedad de mercado pura.
Estas guerras libradas por iniciativa de la oligarquía son guerras «totales»; son sociales en la medida que apuntan a debilitar los derechos sociales de las poblaciones; son étnicas por cuanto buscan excluir a los extranjeros de toda forma de ciudadanía y, en especial, al restringir cada vez más el derecho de asilo; políticas y jurídicas, porque recurren a los medios de la ley para reprimir y criminalizar toda resistencia y protesta; culturales y morales, al embestir contra los derechos individuales en nombre de la defensa más conservadora de un orden moral.
Se trata de una guerra polimorfa de dominación, que a veces puede implicar la coerción militar y policial, pero que con demasiada frecuencia se confunde con el ejercicio del poder gubernamental, y que se libra a través y por las instituciones del Estado.
No hay mejor manera de expresar que las guerras del neoliberalismo son, a la vez, guerras en favor de la competencia y en contra de la igualdad.