Este libro es una invitación a transitar senderos geográficos y culturales, siguiendo las huellas del pasado en el lenguaje de algunos platos paradigmáticos de las cocina chilena y que continúan vigentes. Recorreremos el norte, centro y sur de Chile, revisitando platos considerados como propios por los habitantes de cada zona. Hemos elegido para esta aventura los cocidos y salados (calapurca, cazuela, humita, charquicán, estofado de San Juan y curanto) contrastados con otros fríos y crudos (cebiche y chancho en piedra). Esperamos contribuir al develamiento de por qué comemos lo que comemos y cómo eso nos constituye en quienes somos, permitiéndonos leer y leernos en el lenguaje de nuestra cocina.