Mientras viaja hacia el norte en dirección a la Reina Oscura, Ginebra cae en manos de sus enemigos. Tras ella se han quedado Lancelot, atrapada al otro lado de la barrera mágica que crearon para proteger a Camelot, y Arturo, quien está lejos de su reino persiguiendo falsas promesas. Pero el mayor peligro no es lo que Ginebra tiene por delante, sino lo que está enterrado en su interior. Decidida a desentrañar la verdad sobre su pasado con o sin la ayuda de Merlín, Ginebra une sus fuerzas con la hechicera Morgana y su hijo Mordred y se enfrenta a los sentimientos confusos y prohibidos que todavía alberga por el.
Ginebra está decidida a ponerlo todo en orden, cueste lo que cueste. A derrotar el mal que acecha. A rehacer el reino. A corregir los errores del pasado. Aunque eso implique destruirse a sí misma.
En el apasionante último libro de la aclamada trilogía La rebelión de Camelot, Ginebra debe enfrentarse a sus seres queridos. Ha sido una sustituta, una bruja, una reina.