En su búsqueda de una sensación erótica todavía más intensa, en su amor por las ropas y las telas hermosas, Emma también es una esteta, aunque sea de tipo superficial. Lo que al principio fue concebido como la parodia de un caso testigo de las costumbres provincianas, creció en manos de Flaubert hasta convertirse en un concentrado proyecto de traer a primer plano el esfuerzo heroico que tiñe las pequeñas aventuras de Emma. A pesar del parecido en el trayecto de sus vidas, Emma no es hermana de Anna Karenina. Por el contrario, es una nieta lejana de Alonso Quijano, el héroe de la épica de la vida provinciana creado por Cervantes. Puede no haber fin para los sufrimientos de las hermanas de Emma en los pueblos de toda Francia, pero al menos, leyendo la historia de sus aventuras, también pueden soñar que son heroínas famosas.