¿Es Emmanuel Levinas un pensador político? ¿Es la paz un horizonte político o es una idea obsoleta, de carácter meramente policial, y que hasta el momento solo se ha sancionado a través de la guerra? Este libro se propone mostrar que, sin inscribirse en la tradición de la filosofía política, el pensamiento de Levinas la atraviesa y le permite revisar de una nueva manera los problemas típicamente políticos que aborda, tal como la libertad, el autoritarismo, la revolución, la soberanía y la violencia. Lejos de ser una aspiración al orden o una forma de quietud, para Aïcha Liviana Messina la “anarquía de la paz” es un principio de desestabilización que permite leer de una nueva manera la tradición –autores como Freud, Hobbes, Kafka, Marx, Kant, Derrida, Agamben, Rancière y Nancy– a la luz de lo que inquieta interminablemente el sentido.