La dulzura era el ingrediente principal en la relación de Noah Russell y Redmond Baker, sin embargo, la realidad se hace presente y comienza la cuenta regresiva. En la segunda parte, Just a Night Club: Ramé, ambos se verán atrapados en la difícil toma de decisiones: Redmond necesita un impulso para subir al avión que lo llevará a cumplir sus sueños, mientras que la mente de Noah tendrá que lidiar con la disputa entre su felicidad y los fantasmas del pasado, incluso si enfrentarse a sus miedos significa enfrentarse a sí mismo.
Un sí es suficiente.