«Hubo un tiempo en que el partido era un movimiento que creía en la violencia. Todos en el colegio hablaban de tomar las armas, que en la selva encontrarían poetas surrealistas que asesinar», leemos en Izquierda Unida, el irónico, íntimo y a ratos psicodélico libro de Álvaro Lasso. La historia política de la década del 80 en Perú se entrelaza aquí con historias personales, familiares, en donde tiene cabida incluso el mundo del trabajo editorial, que el autor conoce de cerca. Las transformaciones del país coinciden con sus años de formación y dan origen a este recuento condensado, no exento de humor. El que habla no pertenece ni a los vencedores ni a los vencidos. Antes que eso, intenta llevar a la práctica las palabras de César Vallejo que le sirven de epígrafe: «hay que destruirse a sí mismo y, después, lo demás».