Hace veinticinco años, Rafael Gumucio debutó literariamente con un libro de cuentos y hoy, con una docena de novelas y ensayos a su haber, vuelve por primera vez al género en el que, según sostiene, "en la literatura latinoamericana, como en la rusa y la norteamericana, se prueban los valientes". Y lo hace concentrando en diez relatos lo mejor de su escritura: el desparpajo, la prosa hecha a base de ritmo, paradojas y comparaciones inauditas, la mirada entrañable hacia las relaciones familiares, la madre como una figura tan compleja como esencial para los personajes, la compasión risueña por la torpeza propia y ajena, la feliz mezcla de historia e imaginación.
Ambientadas en Puerto Príncipe, París, Nueva York y Santiago, así como en algunos paisajes mentales, estas historias muestran a padres incapaces de dejar crecer a sus hijos, a hijos incapaces de dejar libres a sus padres, a chilenos intentando aprender inglés en Nueva York, o atrapados por la burocracia municipal, o en duelo bajo los efectos de la marihuana o compartiendo con Evo Morales la celebración de su cumpleaños.