Horario de un caracol resulta fresco en su simpleza. Es un texto de unidad temática y estilística, que, alejado de sentimentalismos excesivos, alto volumen o efectos variados de pirotecnia, se entrega a un preciso y amable devenir. Un camino transitado por cada vez menos poetas hoy en día. Incluso, por la misma Luisa Johnson, que, luego de la primera edición de este libro, retrajo sus esfuerzos a otras labores, la bibliotecología, la docencia, y el registro sobre la memoria en dictadura. Su segundo y último libro, hasta ahora, se tituló: De enterezas y vulnerabilidades: 1973-2003