Historia fallida cuestiona las intuiciones habituales que tenemos sobre la historia, sosteniendo que muchas de nuestras ideas y expectativas del así llamado sentido común pueden llevar a tergiversar nuestra relación con el pasado. Estos malentendidos pueden ser particularmente nocivos en el caso de la historia profesional y disciplinar, que tan a menudo presume de ofrecer una guía sobre cómo debemos abordar y valorar el pasado y sobre lo que podemos aprender de él. Al explorar las analogías y metáforas con las que pensamos esta relación, el libro aborda también debates recientes en el campo de la teoría y la filosofía de la historia, donde la atención se ha centrado principalmente en los problemas de la verdad y la (im)posibilidad de la representación fiel. Enfocándose en cambio en las posibilidades críticas disponibles para la historia en el medio cultural contemporáneo, Historia fallida nos urge a dejar atrás estos debates principalmente epistemológicos a la vez que cuestiona la necesidad de una relación “histórica” con el pasado y examina cómo cierta relación “experiencial” con él podría ser posible sin ceder a la ingenuidad teórica o a las simplistas demandas del consumo.