Soy cocinero. Ni rescatista de la gastronomía local, ni charcutero: cocinero. Y lo hago desde el sur del mundo, desde la región del Biobío. Crecì en Talcahuano, en la cocina de mi madre y mi abuela. Esas fueron mis primeras maestras y lo que hoy soy se los debo a ellas. Desde ahí está escrito este libro. Esta es mi pasión.
Llevo más de 20 años dedicados a la cocina y un buen número también obsesionado con las técnicas y procesos para trabajar materias primas como vacuno, cerdo, cordero y pescado, de manera artesanal; buscando dar con una charcutería heredada desde la tradición compesina de mi país.