«¿No sería buena idea hacerle un regalo de cumpleaños a la luna?» Pero Oso no sabía cuándo era el cumpleaños de la luna. Así que se subió a un árbol muy alto paretener una pequeña conversación con la luna. ¡Hola, Luna! gritó. Pero la luna no contesto. «Alo mejor está demasiado lejos pensó Oso y la luna no puede oírme