Fausto es la obra más compleja y universal de Goethe, en la que trabajó durante toda su
vida adulta. Para contar la dramática y trágica historia del pacto de un hombre con el
diablo a cambio de conocimiento y poder, recurre a toda cultura que tiene a su alcance.
Goethe afirmó que su libro cubría tres mil años, en los que mezcló evocaciones de paisajes
y figuras mitológicas clásicas con alusiones literarias desde Homero a Lord Byron, junto a
sátiras del Sacro Imperio Romano Germánico, la Revolución Francesa y el capitalismo e
imperialismo de la década de 1820. Esta tragedia ilustra el propio desarrollo moral y
artístico de Goethe, y una simbólica historia del Occidente que lucha de manera inquieta y
acelerada por el progreso. Como con gran parte de la obra tardía de Goethe, su riqueza,
profundidad y osadía literaria se comenzó a apreciar recién en el siglo XX.