Cuesta imaginarlo, pero los adultos, alguna vez, fueron niños igual que tú.
Todos crecemos un poco cada día y nuestro cuerpo se va modificando de una u otra forma. De hecho, piensa en lo mucho que has cambiado desde que eras un bebé.
Para empezar, eres más grande y probablemente tu aspecto actual es muy diferente.
En el camino, además, has aprendido sobre el mundo que te rodea y cómo vivir en él.
En esta directa e inclusiva guía ilustrada, los jóvenes lectores descubrirán la pubertad y los cambios corporales que conlleva. El trampolín perfecto para que los padres tengan una conversación abierta con sus hijos e hijas acerca de esta importante etapa del desarrollo.