Luego del derrumbe de su vida en pareja y la fractura de sus expectativas y proyectos, ella necesita desesperadamente un lugar, algo o alguien a quien aferrarse para no quedar como una planta rodadora a merced del viento. Con una prosa sencilla, profunda y cargada de referencias a la cultura popular, el autor argentino Marcelo Vera continúa profundizando en la narrativa de la pérdida. Tras la publicación de su primera novela, Solo, y del poemario El glitter de los solitarios, experimenta con la soledad de una separación, el fracaso de la maternidad y la fragilidad de la ilusión.