En los años veinte, la familia Deveraux es una de las más importantes de San Francisco. La boda de la hija, Eleanor, con Alexander Allen, un adinerado banquero, se convierte en el evento del año. En el día más feliz de su vida, la novia luce un vestido exquisito de encaje con perlas bordadas, creación de una firma de alta costura de París. Sin embargo, poco después de las nupcias, Wall Street se desploma y las vidas de Eleanor y Alexander cambian para siempre. Durante las décadas siguientes, los Deveraux se enfrentan a desafiantes cambios sociales, políticos y económicos. No obstante, el traje de novia sigue uniendo a la familia. Una prenda, convertida en reliquia, que heredan cuatro generaciones de mujeres, cada una con su propia historia que contar.