En los tomos I al III de esta saga, nuestros personajes, Luis Manuel García-Lazcano y su prodigioso secretario y amigo Juancho, vivieron todos los hechos acontecidos en nuestro país desde antes de la Primera Junta de Gobierno de 1810 hasta la revolución pelucona-clerical de 1830. En este tomo ya no están vivos los pioneros de la saga, pero Juan, el hijo abogado del antiguo sirviente Juancho, se hace cargo de completar las memorias que aquel había dejado truncas. Para ello, recurre a entrevistas con personajes históricos que estuvieron en medio de los hechos, como ser los presidentes Prieto y Bulnes, los militares Freire, Pinto y Blanco Encalada, el famoso cura Meneses, cara visible de la confabulación apostólica, y los jóvenes rebeldes que formaban la oposición a los gobiernos conservadores, como José Victorino Lastarria, Francisco Bilbao y otros más.También consulta a Antonio Garfias, el secretario, amigo y confidente de Diego Portales, quien le revela las facetas más ocultas del pintoresco y poderoso ministro.Juan entabla relaciones con el antiguo masón Ventura Blanco Encalada, con José Tomás Gallo y su madre, Candelaria Goyenechea, dueños de la mina de plata de Chañarcillo y conoce a William Wheelwright y Agustín Edwards Ossandón, pioneros en la navegación a vapor y socios en el ferrocarril de Copiapó. Con ello descubrimos facetas distintas del desarrollo histórico nacional.Y, además, para satisfacción de quienes han seguido esta saga, los hechos históricos, nuevamente, se ven enriquecidos con la narración de los conflictos de los personajes de ficción, que se insertan en el devenir de la sociedad corriente. Sabrán qué castigo sufrió el baroncito.
