Segundo volumen de la apasionante Trilogía del Fuego, la mejor saga familiar de Sarah Lark. Llanuras de Cantenbury, 1853. Rat Station ha visto crecer a una nueva generación: Cat e Ida están orgullosos de sus maravillosas hijas, Carol y Linda. Pero los vecinos no pueden evitar sentir envidia ante una familia tan bien avenida. De repente, como si fuera un terrible golpe del destino, la granja corre peligro y con ello pone en riesgo el futuro de sus moradores. Desde la plaza del poblado llegan gritos y el sonido de una caracola. Es una señal de ataque... Esta vez la belleza de Nueva Zelanda deberá lidiar con un capitulo dramático en la historia de los maoríes.