Publicado por primera vez en 1949, El pequeño Brown cuenta una historia tan encantadora como actual. El pequeño Brown vive en la ciudad junto a sus padres. Ama los ascensores, los túneles y los subterráneos. Sus amigos son los porteros y los camareros. Un día Hilda, la encargada de la limpieza en el hotel donde viven, lo lleva a conocer a su familia en el campo. Allí descubre el gusto de encender el fuego de la chimenea, de acariciar al perro de la casa, de hacer un muñeco de nieve... Lo mejor de todo es que la merienda reúne a la familia de Hilda: su papá, dueño de un almacén; su mamá quien cocina tortas de chocolate; y su hermano, que es policía y llega a la casa para tomar el té. Ellos hablan dos idiomas y conocen dos países distintos: 'Son fabulosos'. Al caer el día, toda la experiencia es una maravilla para el pequeño Brown, cuya vida cambia y se modifica junto a su percepción sobre los demás.