En esta obra se impone una rotunda afirmación: después de dos siglos de historia política, muchos Estados en Asia, África y Latinoamérica constituyen proyectos nacionales incompletos, no desarrollados; todavía más, señala el autor, algunos simplemente nacieron sin opción de desarrollo nacional, situación que se agrava si se consideran factores críticos de esta inviabilidad el aumento de la exclusión social, el retraso científico y las diferencias tribales, étnicas y religiosas que, de la mano del fundamentalismo, hace de nuestra modernidad un escenario de colapsos y violencias.