Este cuento lo escribió Clarice Lispector para sus hijos. Al conejo Juanito le gusta pensar y sabe trucos mágicos para hacer lo que quiere, aunque a veces sea difícil. Cuando se concentra arruga la nariz y en eso se nota que está pensando. Los dibujos y el texto se entrelazan armoniosamente para hacer del libro una maravillosa historia llena de sorpresas y de misterios.