París, principio de los años ochenta. Tras escapar de Vietnam y de su paso como inmigrante por Estados Unidos, el protagonista sin nombre de esta historia llega a la capital francesa para intentar labrarse un futuro valiéndose del capitalismo en una de sus formas más puras: el tráfico de drogas. Aunque su vida ya no corre peligro físico, sigue torturándose por su pasado como agente doble y luchando por asimilar la cultura dominante occidental europea. A medida que se une a un grupo de intelectuales y políticos de izquierda, encuentra no solo un estímulo para pasar página, sino también clientes para su negocio. Con lo que no cuenta es con la presencia de otros peligros no previstos, desde la opresión del gobierno a la adicción a las drogas, pasando por un problema aparentemente irresoluble: cómo puede reunir a sus dos amigos más cercanos, Bon y Man, dos hombres cuyas visiones del mundo e ideales son completamente opuestos.