Un operario aparece ahorcado en plena obra y Montalbano y sus hombres acuden a escena. El responsable del despido del desdichado y dueño del astillero en quiebra es Giovanni Trincanato, un tipo de negocios turbios sin escrúpulos ni modales que no tarda en despertar la antipatía del comisario. Paralelamente, en el puerto de Vigatà aparece el Halcyon, una lujosa goleta con apenas pasajeros y muy pocos tripulantes, pero con una popa capacitada para recibir un helicóptero. Cuando Montalbano descubre el lazo existente entre el capataz del astillero y la misteriosa embarcación, crecen sus sospechas de que algo turbio se está orquestando.