Un oficial de policía destinado a labores menores en accidentes de tráfico se encuentra al encender su computador con la brutal imagen de una mujer a la que han asesinado rajándole el cuello. Acompañando la foto, un extraño mensaje le avisa de que no es un virus, sino un envío intencionado. Los autores son un grupo de hackers que actúan en la Deep Web y se hacen llamar los Chicos de Jack, en homenaje a Jack el Destripador. Además de cometer crímenes atroces, se divierten enviando muestras a policías de todo el mundo, como si fueran intocables. Pero la misma tarde en la que han enviado la foto al oficial de tráfico, alguien se cuela en su encriptada sala virtual de reuniones. Alguien que les vigila, tiene sed de venganza desde hace mucho y puede que sea más listo que ellos.