«Pero ¿acaso no es eso el arte? ¿No es eso de lo que tratan la vida y el amor? De arriesgarse. De mirar la muerte a los ojos, con el corazón bien abierto. Recuerda, no hay alegría sin tristeza (y viceversa).»
Minnie Sloe y sus hermanas saben lo que es crecer sin padres y tener una vida excéntrica. Y también saben lo que es tener una madre artista, que tiene altibajos cuando se trata de salud mental.
Pero cuando su madre desaparece, Minnie, que se supone que debía seguir sus pasos, empieza a ver el mundo en un solo color. Literalmente. Entonces, ¿cómo puede crear arte cuando todo es blanco y negro?
Mientras el dolor por la pérdida de su madre amenaza con separar a las tres hermanas, Minnie se da cuenta de que podría perderlo todo: su familia, su futuro, su primer amor… e incluso, su salud mental. Quizás, literalmente, siga los pasos de su madre.
El arte de ser luminosa es una novela que irradia color, con una prosa lírica y una historia sobre lo que ocurre después de una tragedia. A fin de cuentas, la vida va de creer en uno mismo y del poder del amor, ¿no?
Teoría: ¿es posible que todo el mundo vea a todos los demás de una manera diferente a la que nos vemos a nosotros mismos?
¿Qué todos vayamos por la vida malinterpretándonos y sin tener ni idea de qué piensan nuestros familiares y amigos?
Las personas deberían venir acompañadas de una placa como las que aparecen junto a las obras en las galerías, como si fueran subtítulos para el alma.