Los trabajos recogidos en este libro examinan una cierta contradicción, expuesta a modo de denuncia sobre un pasado vergonzoso y de advertencia sobre la posibilidad de repetición futura. La contradicción consiste en que algunos de los más destacados exponentes del derecho penal moderno, una herencia del liberalismo político, lo hayan manipulado para ponerlo al servicio de ideologías y regímenes políticos antiliberales, hasta el punto de desnaturalizarlo y traicionar sus principios fundamentales. Francisco Muñoz Conde investigó esta contradicción en relación con algunos célebres penalistas alemanes e italianos que colaboraron con el nacionalsocialista alemán –y el fascismo italiano– o que pavimentaron el camino de su política criminal autoritaria. Al examinar sus vidas y sus ideas, nos ofrece una comprensión histórico-crítica de la capitulación del derecho penal garantista, de inspiración liberal, frente a las exigencias de la política criminal autoritaria. Este escrutinio histórico, entiende el autor, nos debe poner en alerta sobre manifestaciones actuales de aquella pulsión autoritaria, que pueden dar lugar a una renovada renuncia a las garantías penales, en respuesta a condiciones históricas que demandan eficacia en la respuesta estatal frente a sus nuevos “enemigos”.